Cuando se está
pensando, se suele tratar de hacer mucho al mismo tiempo y se termina siendo
confuso e ineficaz. Aquí se describe un camino sencillo pero efectivo para
convertirse en mejor pensador. Se puede separar el pensamiento en seis modos
distintos que se identifican como “seis sombreros para pensar”:
Blanco: hechos, cifras,
información objetiva.
Rojo: emociones y
sensaciones, sentimientos.
Negro: lo
lógico-negativo.
Amarillo: positivo,
constructivo.
Verde: creatividad,
ideas nuevas.
Azul: control de los
demás sombreros y pasos para pensar.
Si uno “se pone” un
sombrero, puede centrar, enfocar el pensamiento. Si “cambia” de sombrero puede
redirigir su pensamiento. Si su pensamiento se precisa, su argumentación
resulta más centrada y productiva.
Mediante el uso de
situaciones de la vida real, el Dr. de Bono, crea escenarios en los cuales
apreciar cómo el uso de los “sombreros para pensar” puede:
1. Llevar a un
pensamiento más creativo
2. Enfocar y enmarcar
con claridad el pensamiento
3. Mejorar la
comunicación y así la toma de decisiones.
Fuente:
jimenez.gomez.alberto.itt